Quisiera que este poema
con sus comas, puntos y palabras
abonara a la sementera,
y vosotros que sois la simiente
en vuestro corazón lo acogierais.
Quisieron colgar poetas,
quisieron quemar su corazón.
Y los magos de las palabras
iniciaron una revolución.
Con la pluma en ristre.
Y con las cenizas de su corazón
alimentaron a la simiente,
que entonó su canción.
Canción de amor,
canción de exilio,
canción de soldado,
canción de honor.
Canciones tristes
de guerra y tormenta
en noches tristes
de insomnio y alerta.
Velas que se encienden
en noches apagadas,
velas que se apagan
con el soplido del alba.
Los versos se entrelazan
en los campos de batalla,
con morteros, fusiles,
sangre, dolor y casta.
En las trincheras asesinan
pobres inocentes,
En los parlamentos dictan
leyes incoherentes.
Y si me dan a elegir
entre el fusil y la pistola,
yo elijo ser persona,
y poder resistir.
Quisieron colgar poetas,
quisieron quemar su corazón.
Y los magos de las palabras
iniciaron una revolución.
No me gustan los campos de batalla
ni las banderas de sangre y metralla.
Y aunque cosieron a balazos mi corazón
estos versos iniciaron una revolución.
Squila
Squila
¡Muy bueno!
ResponderEliminarLa leche!!!
ResponderEliminarno pasa nada muy infantil, y no tiene nada de malo en serlo. Pero en este poema no pasa nada con su infantilidad
ResponderEliminarCornelius