las nubes de trovador,
y la luna llorando,
emocionada por amor.
sus lágrimas de color,
cayeron rodando,
sobre un lienzo lozano,
que sin pintar gran parte se quedé.
La luna alarmada,
por tal sublime obra de arte,
con pavor cogió un pincel,
y una herida se abrió en su corazón
La sangre derramada,
sobre el cabello del pincel,
y terminó su obra de arte,
con tinta roja del papel.
Álvaro García-Atance Gallo
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