Cuando te miro, tus ojos son lunas abrasadas
arrancando dolores a mi alma desterrada, mientras
rielan lágrimas adentradas en su deshielo por gotear
estos glaciares en el parpadeo de tu incendio.
Exploro tus profundidades...
Galaxias en destello,
espejismos refulgiendo en tormentas púrpuras de fuego,
destiñendo flameantes colores crepusculares.
flagrados reflejos en la invasión pulcra de tu cuerpo,
ascuas enrojeciendo el ascenso de luciérnagas,
amaneceres de deslumbrado nacimiento,
orfebrería de cristalizados pétalos
y piel de germinado terciopelo.
Fue entonces, latiéndonos en aunado espíritu
y sosteniéndonos el mutuo aliento, cuando el
silencio tuvo dueño y ocurrió que nos miramos...
JJJ
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