Hombres de navaja, queso, pan,
hoces, martillos, hatillos y aperos.
Hombres simples, de cuerpos firmes como el acero,
hombres dorados por un sol que se ensaña
y que se doblan como se doblan las cañas
para adorar a la simiente.
Hombres de café, anís y aguardiente.
Hombres que se perfuman
con el olor del trigo y la avena,
hombres de tierra mojada,
hombres de arado en vena.
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